Sin margen para reperfilar la deuda que Córdoba mantiene con bonistas externos, Martín Llaryora cambió de estrategia y salió a buscar pesos al mercado, que usará para hacer frente a los vencimientos de la deuda en dólares que tomó Juan Schiaretti, utilizada para el despliegue de la obra pública que fue clave para que el peronismo retuviera la Gobernación.
Aunque Llaryora hubiese preferido emitir un nuevo bono internacional y armar un mega canje, lo cierto es que no hubo buena “vibra” con los bancos; así que recurrió a dos herramientas que usó y mucho cuando fue intendente de Córdoba: las letras y los títulos, todo en pesos.
El objetivo es, paulatinamente, cambiar la denominación de la deuda de dólares a pesos. El primer paso ya fue dado: colocó un título por 120 mil millones de pesos a 36 meses y ajustado por inflación, con pago semestral de los servicios y el capital en dos cuotas, a los meses 30 y al vencimiento.
Tras esta jugada financiera exitosa, ahora sumará 230 mil millones en títulos y 150 mil millones en letras, todo en pesos, para conformar un stock equivalente a 552 mil millones de pesos. En el Ministerio de Economía de Llaryora dan por descartado el aval de la Nación para la emisión, en particular tras la reunión exprés que mantuvieron Llaryora y Javier Milei el 25 de Mayo.
Milei esquivó un encuentro con Llaryora, Pullaro y Frigerio en una feria del campo
El fondeo le permitirá a Llaryora acomodar las cuentas, complicadas por la caída de la recaudación y el cierre del grifo de la Anses para la Caja de Jubilaciones provinciales, y pagar los vencimientos de la deuda “heredada”, de la que el gobernador no puede decir ni mu en público. Ocurre que mientras Schiaretti más se endeudaba en dólares, la oposición advertía que era una locura hacerlo en esa moneda.
Además de garantizar el pago de los servicios en junio, 159 millones de dólares, Llaryora mantiene las condiciones para los tenedores, algo que es central para el relato del cordobesismo: que Córdoba no defaultea su deuda. En diciembre tendrá otro vencimiento similar y hay pagos menores en el medio, por unos 27 millones de dólares.
Sin embargo, lo crucial es la decisión de la Nación de ahogar la Caja de Jubilaciones provinciales, que no recibió hasta ahora un peso, acumula rojos todos los meses, con una estimación de 251.000 millones de pesos para todo este año. No se sabe si Llaryora, a diferencia de la “tradición” de De la Sota y Schiaretti, judicializará el reclamo a la Nación. De hecho, el ministro de Economía, Guillermo Acosta, adelantó ante empresarios que el dinero obtenido por la colocación es “fungible”.