Las negociaciones entre el club Rosario Central y el delantero de la Selección, Ángel Di María, para retornar al campeonato local se convirteron en cuestión de Estado en la Asociación del Fútbol Argentino y en el gobierno santafesino.
Para Claudio “Chiqui” Tapia significaría tener a uno de los campeones mundiales jugando nuevamente en las canchas argentinas. En consecuencia, desde la Asociación se pusieron a disposición para las gestiones del presidente canalla, Gonzalo “Pejerrey” Belloso, y Di María.
De concretarse el pase del delantero a Central, tras dejar el Benfica en las próximas horas, le permitiría al presidente de la AFA agitar un triunfo de gestión en medio de la ofensiva del gobierno nacional para implementar las Sociedades Anónimas Deportivas.
Como publicó este medio, el Gobierno apura la privatización de los clubes de fútbol para este año para tentar a fondos extranjeros con la promesa de traer 3000 millones de dólares en inversiones. Con el DNU 70/2023 vigente, el tema quedó a tiro de la firma de Daniel Scioli.
[El Gobierno va contra el Chiqui Tapia y apura para este año la privatización de los clubes]
Por ello, Tapia apoyó a Belloso en las tratativas. En el mismo sentido, el presidente de Central inició negociaciones con el gobernador Maximiliano Pullaro y la ministra Patricia Bullrich para garantizar la seguridad del jugador y de su familia.
No es un tema menor porque a fines de marzo, cuando se comenzó a hablar sobre el regreso de Di María al club rosarino, hubo amenazas mafiosas en las puertas del country donde el jugador tiene su casa con el objetivo de frustrar su retorno.
Por lo tanto, la vuelta de Di María al club donde inició su carrera profesional le permite a Pullaro mostrar un triunfo frente a los intentos desestabilizadores de los grupos mafiosos.
[Amenazaron a la familia Di María en medio de las negociaciones para su regreso a Rosario Central]
A su vez, para Patricia Bullrich, enfrentada abiertamente a Mauricio Macri que es uno de los principales impulsores de las SAD, le significa una zancadilla a las intenciones del presidente del PRO que apuesta al fútbol para cobrar relevancia política.
Lo cierto es que ahora le ofrecieron a Di María un contrato por seis meses en Central que de ganar este martes podría clasificar para la segunda ronda de Copa Libertadores. Una de las opciones, es que vivan con su familia en Nordelta y practicar con el equipo una vez por semana.
La otra posibilidad, es que venga a Rosario solo el jugador y su esposa e hijas continúen en Europa durante los meses que dure el contrato. Las opciones están todas abiertas pero la idea es que Fideo vuelva a Central, dijeron a LPO desde la AFA.